¿Qué es el Camino de Invierno?
El llamado Camino de Invierno es una variante sur del Camino Francés que se extiende entre Ponferrada y Santiago de Compostela. Su éxito como tramo alternativo se debió en el pasado a su más fácil acceso durante los inviernos rigurosos, al trascurrir por un terreno de clima más suave y geografía menos montañosa que la de los montes de León y Lugo. La variante se conoce como Camino de Invierno porque en aquellos tiempos era más transitada en esa estación del año, cuando las dificultades que suponían el ascenso y posterior descenso a O Cebreiro hacían difícil el paso de los peregrinos.
En algunos períodos históricos, el Camino de Invierno más que una alternativa fue una necesidad. Por ejemplo, en el siglo XVIII se produjo un fenómeno de enfriamiento al que los científicos se refieren como pequeña glaciación, que provocó temperaturas tan bajas que durante años áreas como las que el Camino Francés atraviesa a su paso por León y Lugo fueron intransitables.
Entre los peregrinos que recorrieron el Camino de Invierno el más célebre y mejor conocido es el italiano Buenafede Vanti, quien peregrinó a Santiago en 1717 dejando una hermosa crónica de su relato. A lo largo de próximo invierno recorreré en algunos de mis post el libro del viaje de Buonafede Vanti, un itinerario histórico imprescindible para conocer el Camino de Invierno.
Hoy día, el Camino de Invierno ofrece al peregrino parajes naturales de una singularidad y belleza extraordinarias, como las Médulas o la Ribeira Sacra, así como una increíble riqueza patrimonial, presente en los numerosos monasterios y conjuntos monumentales como el de Monforte de Lemos. Otro atractivo de esta ruta es el de la gastronomía y el vino, particularmente el vino, parte fundamental de la cultura y el territorio de un camino que transcurre entre viñedos. ¡Hasta cinco denominaciones de origen diferentes se dan cita en el Camino de Invierno! Vinos que el peregrino o turista podrá catar en monasterios, hoteles, restaurantes o bodegas.
Finalmente, no podemos negar que un motivo fundamental que está empujando al éxito al Camino de Invierno es la posibilidad que ofrece al peregrino de vivir una experiencia auténtica, alejada de la masificación que, desgraciadamente, asola al Camino Francés en algunas épocas del año. El peregrino o turista que lo elija podrá disfrutar, si así lo desea, del silencio de los grandes espacios abiertos o del recogimiento de los monasterios medievales ¡Un verdadero lujo en los tiempos que corren!
