MOLINASECA
Molinaseca es uno de los pueblos más hermosos del Camino, un pueblo de El Bierzo, con arquitecturas de piedra, madera y pizarra muy similares a las gallegas. Pero frente a otros pueblos, Molinaseca conserva un conjunto perfectamente harmónico con su entorno natural, en el que las casas y los monumentos parecen surgir del paisaje que habitan. El peregrino llega a Molinaseca pasando junto al santuario de la Angustia y cruzando el río Meruelo por un bello puente de piedra ¿quién no lo recuerda?
El origen y la importancia de Molinaseca están vinculados a ese puente conocido como el “Puente de los Peregrinos”, sin duda el verdadero origen y motor del pueblo que, gracias a él, se convirtió en un importante punto de paso que permitía cruzar el río Meruelo a peregrinos, viajeros y comerciantes.
La primera arquitectura debió ser romana, pero la actual responde sobre todo a una construcción románica, aunque sufrió otras modificaciones y restauraciones importantes, sobre todo en el siglo XVIII y en el XX. La arquitectura actual muestra una gran diversidad de manos y canteros, conservando trazas de su fábrica medieval en sus siete arcos u ojos, si bien son los tres primeros los que parecen haber sufrido menos modificaciones. Las variaciones de su ancho tampoco pasan desapercibidas al peregrino, pues varía desde los poco más de 2 metros de la entrada, hasta los casi 4 de su otro extremo, junto al crucero, ya la entrada del caserío.
Tras atravesar el puente, el peregrino continúa su camino pasando junto al citado viejo crucero de piedra y se introduce en el centro del núcleo por la Calle Real, una de las más hermosas del Camino. Entre las casas el peregrino puede ver muchas de aspecto señorial, algunas blasonadas, ya que Molinaseca fue un importante señorío durante la Edad Media, directamente dependiente de la autoridad del rey.
El señorío de Molinaseca nació en tiempos de Alfonso VI, y su primer señor fue el conde Ramiro Froilaz, sobrino del Cid Campeador. A partir de ese momento comenzó la construcción y dotación de las primeras ermitas y capillas de la villa, así en el siglo XI tenemos ya noticia de las ermitas de Ntra. Sra. de las Angustias y de Santa Marina, así como del Hospital de San Roque. El actual Santuario de las Angustias, que se levanta a la derecha del Camino de Santiago, tuvo seguramente su origen en la pequeña ermita creada entonces.
El gran monumento de Molinaseca es, junto al puente, la iglesia barroca de San Nicolás de Bari. Construida en la segunda mitad del S. XVII y situada en lo alto, domina la villa, majestuosa y señorialmente, con una hermosa torre campanario que cuenta con un reloj que, sin duda, fue útil y bienvenido por muchos peregrinos de otros tiempos.
Por lo demás, el pueblo está lleno de albergues, hostales, restaurantes y cafés con encanto… Y esta vez sí, ¡realmente con encanto!
Foto: Commons Wikipedia, José Antonio Gil Martínez
